Dolor por la despedida de Gonzalo Stefanovich

Con gran congoja, impotencia y profunda consternación, la comunidad de Sáenz Peña despidió ayer los restos de Gonzalo Stefanovich, el adolescente que permaneció casi diez días en coma tras la grave herida que sufrió cuando intentaron robarle su teléfono celular.

El cortejo fúnebre tuvo su paso por la Catedral San Roque y luego por las calles del barrio que lo vio crecer, con el saludo de los vecinos que salieron a la vereda de sus viviendas para ofrecerle su respetuosa despedida.
Gonzalo Stefanovich, de 16 años, había recibido un puntazo que le dañó el corazón, en el inicio de su calvario y el de sus seres queridos. Fue el viernes 4, alrededor de la 1 de la madrugada, a escasos metros de su domicilio, cuando una patota lo atacó para robarle su celular y uno de sus miembros le incrustó un elemento punzante en el pecho.
De inmediato logró dar aviso a un amigo y, tras llegar a su casa, narró lo sucedido. El supuesto agresor fue detenido, pero pocas horas después recuperó la libertad amparado por las leyes vigentes. Mientras ello ocurría, un grupo de profesionales luchaban por la vida de Gonzalo en el quirófano del Hospital 4 de Junio, hasta que el domingo 13 se apagó.